jueves, 26 de noviembre de 2009

Codos arrugados

Tras reflexiones profundas y largas noches en vela, debatiendo en torno al tono que debería darle a este blog, ya he decidido dar el primer paso y disponerme a escribir de una vez por todas.
La elección de un tema u otro para empezar, por nimia que parezca, es muy importante, ya que puede parecer que la primera idea que uno trata es lo crucial en su vida, pero en este caso no es así, simplemente me pilla fresco, y me parece un genial comienzo en este lugar de expresión en el que pretendo hacer de mis ideas el paradigma de nuestra sociedad.
Todas las mañanas me dirijo hacia el autobús onnubilado por el sueño, y por los finos vapores de la ducha ( obviamente los días que me ducho), acompañado sólo por la incómoda luz de las farolas, cuyo anaranjado color ya debatiremos algún día, y me siento en la marquesina esperando impacientemente mi llegada al templo del saber. Es un fenómeno bastante curioso el que en esas horas siempre te encuentras a las mismas personas en el mismo sitio, al hombre calvo del maletín andrajoso, al niño gordo del mostachito apelusado... esas constantes en mi vida tienen un sentido, trabajo, colegio... pero hay unos extraños personajes que no tienen justificación alguna para ir a las siete y cuarto de la mañana reclamando un lugar en que sentarse.
Sí, lo habrás adivinado, me refiero a las viejas, las viejas, esas personas a las que a lo largo de los años les va desapareciendo el cuello, o más bien, se lo van guardando en la chepa, ellas son las personas que me hacen dudar a cada segundo de si este mundo tiene sentido ¿ A dónde se dirigen? ¿ Qué pretenden hacer?, o lo peor ¿ Qué estarán tramando?, es cierto, es completamente cierto, la tercera edad femenina tiene un malvado plan entre manos, y lo peor de todo es que está encubierto por el gobierno, que nos hace creer a través de los medios que estas ancianas son unas mujeres fascinantes, agradables y sonrientes a través de anuncios como el de fabada litoral, o casa tarradellas, pero pese a esas continuas campañas aún les queda mucho trabajo por delante, porque las mujeres de esos anuncios tienen un completo dominio del lenguaje, pero después de seguir un profundo estudio me he dado cuenta de que las viejas auténticas sólo son capaces de dominar una frase " ¿ Va a salir?" acompañada de una mirada amenazante. El resto de frases las dicen entre dientes, sin que sea posible encontrarle ningún sentido sin ayuda de el código de hamurabi ( algo así como la wikipedia de su época).
Es posible que lo de el malvado plan sólo se vea alimentado por mi ligera manía persecutoria, siendo realistas he de decir que se oyen continuas quejas contra la juventud, pero el estamento más maleducado es el que encima tiene oferta en el cine y en el abono transportes... no dudan un segundo en propinar codazos a mansalva, empujar o simplemente pasar de la armonía y el respeto que prevalecen en nuestra sociedad, ¿ A qué se debe esto? puede que sea falta de vergüenza debido a su edad, o un recurso para huir de su imagen vulnerable, pero yo apoyo con total seguridad que su comportamiento viene alimentado por la imposibilidad moral de cualquier ser humano medio decente de meterle una hostia a una vieja, por lo que son completamente inmunes.
La única solución viable, y muy económica para las arcas del estado consistiría en dar muerte a todas las personas que sobrepasasen los 70 años, con alguna pequeña excepción para los sujetos extraordinarios por méritos propios que prefieran vivir.
Probablemente puede parecer algo cruel y inhumano, pero ¿ Qué puede haber mejor que conocer perfectamente el día de tu muerte? Sobre todo para unas mujeres arrugadas que parecen tener prisa por salir de todos lados, su existencia no va a ser menos!
Tranquilos jovenzuelos, os quedaréis sin regalo de navidad de la abuela, pero os aseguro que la herencia es más interesante.

1 comentario:

  1. Enhorabuena batido envasado por tu nuevo blog. Si encima ya eres objetivamente atractivo, pues vaya.

    Suscribo tus palabras. Eso sí, espero que por méritos propios sea parte del colectivo mayor de 70 que se salve.
    (Yo también pienso que hay un contubernio extraño para que esas señoras/señoritas estén en los servicios de transporte público tan temprano con más que sus codos arrugados, sus codos afilados)

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