domingo, 29 de noviembre de 2009

Navidad significa muerte

" ¡ Me encanta que ya pongan las luces de navidad, porque noto que se acercan las vacaciones de verano! ", amigos me temo que en unos años esa será la frase que oiremos de nuestros descendientes el 9 de Junio, bueno, o tal vez en Mayo, prefiero no calcular.
Al pasear por la Gran Vía, en los primeros instantes no era consciente de porqué mis pupilas tenían un grado de dilatación tan poco propio de las nueve de la noche, pero mis miedos se hicieron realidad... levanté la vista y contemplé, ante mi estupefacción una tremenda aberración cromática, cientos de bombillitas se superponían creando un perfil desolador que iluminaba las caras de la ingente cantidad de transeúntes en tonos anaranjados, rojos pálidos y amarillos deslucidos, que con sus sonrisas inconscientes no hacían más que contribuir a ese ambiente vomitivo en el que la periferia viene a peregrinar a San Preciados. Dudoso, por si por alguna razón al cruzar Alcalá me había visto envuelto en un salto temporal, miré mi reloj, pero no había nada raro, la fecha sentenciaba mi agonía, 28 de noviembre. Bueno, al menos, buscando mi felicidad en la de los demás debería estar contento, como mi hermano al venir de contemplar esos estímulos lumínicos con los que nos deleita el ayuntamiento de Madrid, como los padres de familia que involucrados en el contexto empiezan a desempolvar las carteras, y como los vendedores de pelucas que ya se frotan las manos, mientras se atisban otro año más por las calles del centro coletas de Pipi Calzas Largas, reflejos de mechones púrpuras, y gorros luminosos de Papa Noël.
Nos degradamos, nos degradamos, pero al pópulo no parece importarle, ni siquiera de calle a calle vemos simpáticas estrellitas, campanas o coronas de sus majestades, nuestra excesiva modernidad nos colma de abstracciones, iconos conceptuales y, precisamente en la calle de mi paseo,de unos perfiles de una ciudad de altos rascacielos, lo que la verdad yo veo útil, ya que si no lo usamos para navidad puede que quede bien para una noche en blanco, o algo por el estilo. ¿ Cómo es que un ayuntamiento tan tradicional como el nuestro, que mantiene como reyes magos a los concejales, sin permitirnos ni una año a un Baltasar negro, da pie a unas decoraciones tan modernas? Tengo la clave señores, estas aparentes distracciones lumínicas contemporáneas guardan en realidad estudiados mensajes subliminales para hipnotizarnos, y ¿ Cuál es su mensaje? probablemente ya lo habrán supuesto, la verdadera existencia de estos elementos en nuestras calles viene justificada porque, por medio de unos estudiados sistemas visuales, inducen a las mentes frágiles a comprar y a comprar, a olvidar sus penas y dejarse llevar por el " Espíritu navideño", a hundirse en el ciclo del dispendio que no se cerrará hasta el 6 de Enero, cuando las bombillas sean descolgadas de las fachadas y los árboles, dejando por unos meses a nuestro inconsciente libre de inducciones. Pero ahí es donde está el verdadero problema, para paliar con los efectos de la crisis y potenciar el comercio, estas supuestas decoraciones cada vez se pondrán en marcha antes, pudiendo producir grandes desequilibrios en nuestra estabilidad mental, pero, mírenlo por el lado bueno, llegará un momento en que se pondrán tan pronto que ni siquiera habrá que descolgarlas ¡ Qué gran ahorro!. Pero... un momento, las lucecitas estas chupan luz ¿ No?

1 comentario:

  1. y eso sin decir que casi te deja ciego el azul fosforito de la calle alcalá; que un día de estos me voy a ver con el corsita aparcada en el pesebre de la puerta de alcalá...
    Voto por eliminar las luces de marras

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